Hoy nos ponemos la ropa de deporte para entrenar con Marcos Forga en el Gimnasio Forus del pabellón Siglo XXI. Con él hablamos de la actualidad del Fútbol Emotion Zaragoza, pero también conocemos su lado más personal.
Eres muy joven pero, ¿cuándo y por qué empezaste en el fútbol sala?
Comencé con 9 años en el colegio. Nos dieron a elegir entre el baloncesto, balonmano y fútbol sala. Empecé a jugar con mis amigos y le cogí el gusto. Es un deporte que ya me llamaba la atención. Además, se me daba bien.
¿Cómo fue tu salto del fútbol base al primer equipo del Fútbol Emotion Zaragoza?
Al finalizar el segundo año de la etapa juvenil, recibí la llamada del presidente. Me dijo que querían contar conmigo para el primer equipo y no me lo pensé. Siempre he soñado con jugar en primera división y qué mejor que hacerlo en el equipo de tu ciudad.
¿Cómo has vivido el cambio?
Ha sido enorme. Lo que más me ha sorprendido es el nivel de exigencia, se nota en cada entrenamiento, y cada partido se vive a máxima intensidad, parece que te juegas la vida. Aún así, yo creo que me he acoplado bien, me ayudan mucho los jugadores veteranos como Retamar o Víctor Tejel. Cada vez confío más en mí mismo.
En lo personal, cuéntanos cómo es Marcos Forga.
Me considero una persona amable y simpática. En el equipo me gusta hacer bromas, hacer vestuario y crear buen ambiente. Lo malo, sobre todo para mi, soy un poco cabezón. Le doy muchas vueltas a todo, especialmente, cuando veo que algo no sale como yo quiero. También creo que me falta confianza en mí mismo, a veces, debería confiar más en mis virtudes.
¿Quién es tu referente?
Pau Gasol. Desde pequeño me he fijado mucho en él. Además de ser un gran jugador, siempre me ha llamado la atención la autoridad que impone dentro del equipo, guía y ayuda siempre a sus compañeros.
El jugador que más te ha sorprendido en lo personal y en lo futbolístico.
Sin duda, Víctor Tejel. A nivel futbolístico me encanta, me fijo mucho en él. Es uno de los veteranos, pero entrena como si acabara de llegar de la cantera. Como compañero siempre trata genial a los jugadores jóvenes y nos ayuda. Ojalá parecerme a él.
Un sueño por cumplir.
Siempre he soñado con llegar a primera división y lo he hecho, pero me he dado cuenta de que lo difícil no es llegar sino mantenerse. Así que mi sueño ahora es poder estar muchos años en el fútbol sala profesional y si puede ser en el Sala 10 mucho mejor.