Partido ante un Sala 2012 repleto de bajas, y que nosotros ni pudimos ni supimos aprovechar. El equipo estuvo irreconocible tanto en la primera parte como en la segunda. No sé si era cansancio, a causa del partido que se jugó el viernes en el que hubo un gran esfuerzo, falta de concentración, de intensidad o de todo a la vez.
No fuimos capaces de demostrar ni un minuto que éramos un equipo de Sala 10. Lo positivo, el punto que se consiguió y la autocrítica por parte de los jugadores en vestuario en el que reconocían no haber estado bien.