Mañana fresca y pista todavía húmeda y resbaladiza a la que debieron acostumbrarse rápidamente los jugadores. No hay mayor satisfacción para un entrenador que los entrenadores rivales alaben el hacer de los chicos y la propuesta de juego de los mismos.
Costó un poquito al principio y las rotaciones de los jugadores funcionaron con lo que el ritmo intenso que se propuso no decayó e hizo que los rivales poco a poco cometieran fallos y se aprovechasen de los nuestros.
Lejos en la progresión que se quisiera de los automatismos del juego, los benjamines progresan adecuadamente.
Alabar la dedicación y su buen hacer del colegio La Salle Montemolín y de sus monitores por el futbol sala