Hoy nos sentamos a desayunar en la cafetería de El Criollo para hacerle una entrevista a Dani Santos, jugador que ha llegado al primer equipo esta temporada tras pasar en el Valdepeñas cinco temporadas.
– ¿Cómo empezaste a jugar a fútbol sala?
– Yo he jugado toda la vida a fútbol once. Fue con 22 o 23 cuando empecé en fútbol sala. Yo hasta juveniles jugué en el Atlético de Madrid a muy buen nivel. Luego, por circunstancias de la vida, acabé en Tercera División, tuve un verano un poco raro con los representantes. Estuve dos años y medio y no disfrutaba. Me surgió la oportunidad en el fútbol sala a partir de un torneo 24 horas que se jugaba en mi ciudad. El entrenador de Alcorcón, de Tercera, se preocupó por mí y para despejar un poco mi cabeza empecé a jugar. Se me dio bien, jugué un año más en Tercera División. Allí metí casi 80 goles en una temporada y subí a Segunda B en Rivas, con David Ramos, que es con quien he estado casi toda mi vida. Año a año he ido progresando hasta llegar aquí.
– Es curioso que te haya hecho disfrutar y además se te haya dado bien para llegar lejos.
– Siempre he dicho que me gusta más jugar al fútbol. Soy una persona que lo vivo mucho y el fútbol en ese aspecto se vive más. Pero lo que me ha dado el fútbol sala no me lo ha dado el fútbol. Entonces, una cosa por otra. El fútbol sala se me ha dado bien y no vi el momento de volver. Y eso que he tenido ofertas para volver a jugar al fútbol. Ahora ya no, pero durante muchos años. Pero he ido progresando en el fútbol sala.
– ¿Cómo ha sido ese progreso?
– Descubriendo el fútbol sala, que no he podido hacerlo desde pequeño, y año a año. Ha sido un poco locura porque he tenido que aprender en ocho o nueve años muchas cosas que mis compañeros las han aprendido desde pequeños. A mí me ha costado un poco más. Pero ha sido ese el objetivo, llegar a Primera División, y estoy contento por conseguirlo.
– ¿Qué diferencias has notado?
– Todo el mundo piensa que son deportes parecidos o muy similares y que si a ti se te da bien uno se te va a dar bien el otro. Pero son completamente distintos. Yo también iba con la idea de que era muy parecido pero no es así. Cuando empecé en Tercera División es verdad que me dedicaba a meter goles y quizás era una división en la que tácticamente no me exigían nada. Yo no conocía este deporte y pensé que simplemente era eso. Pero cada año al principio me ha costado un poco, es completamente distinto.
– ¿Qué es lo que más te ha costado?
– Sobre todo que cada balón en el fútbol sala es decisivo. Un balón que parece que no te lleva a nada puede ser el que marque el partido. En fútbol te puedes permitir más errores y estar mucho más tiempo pensando en cómo va a ser la jugada y cuando te llega puedes intentarla. En fútbol sala estás todo el rato participando en acciones decisivas.
– ¿Qué es lo que más te ha gustado?
– A mí que me gusta hacer goles lógicamente me encanta que estás mucho más en contacto con el balón y que tienes más ocasiones de marcar. Pero son completamente diferentes y tienen los dos deportes su parte buena.
– También te sentirás más cómodo si tienes más minutos.
– Por una parte sí. En fútbol tienes muchos más minutos pero estás 60 o 70 minutos trotando por el campo. Aquí juegas menos, pero a mí lo que me gusta es que los minutos en los que yo esté en pista se note que estoy y no simplemente estar por aguantar tiempo. Que sean más o menos minutos, pero que sean de calidad.
– ¿Has tenido algún referente en el deporte?
– En fútbol siempre admiré a Raúl. Luego en fútbol sala cuando firmé en Valdepeñas lo hice para poder compartir pista con Joan, que también pasó por Zaragoza. Para mí, que me gusta hacer goles, quién mejor que él para tenerlo de referente. También he podido compartir vestuario con jugadores como José Ruiz, Rafa Rato. No habían sido referentes para mí, pero después de compartir vestuario con ellos te das cuenta de que son muy grandes.
– ¿Antes de comenzar a jugar a fútbol sala tenías algún contacto con este deporte?
– Lo conocía porque mi hermano mayor siempre ha sido muy de fútbol sala. Nos gustaba ver partidos por él. Pero nunca me imaginé lo que era desde dentro. Cuando empecé a jugar me tacharon de loco porque tenía en la cabeza jugar en Primera División, porque la veía y me veía capaz, pero es verdad que cuando estás fuera no sabes lo que es.
– ¿Qué sacrificios has tenido que hacer en tu vida para poder dedicarte al deporte?
– Mi pareja y yo, y ahora mi hija, nunca nos habíamos ido de casa. No teníamos pensamiento de irnos y menos para jugar al fútbol sala. Al final, dejar a la familia atrás y a los amigos para dedicarte a lo que más te gusta es un sacrificio bastante grande. Cuando tuve la oportunidad de debutar en Primera División yo tuve que dejar mi trabajo y mi mujer tuvo que dejar el suyo. Dar ese paso es también algo muy arriesgado y es lo más grande que hemos hecho. Al final lo bueno y lo malo es que los que tenemos la suerte como yo no vamos solos. Pero también es verdad que el sacrificio es doble.
– ¿Qué haces cuando no estás entrenando o jugando a fútbol sala?
– Ahora no me lo permiten mucho, pero me gusta jugar al pádel. Ahora cambiamos el pádel por jugar un rato a la consola con los amigos. Es el rato que tenemos para hablar. Es verdad que durante la semana me gusta mucho ver fútbol sala, los partidos que hemos jugado nosotros. Dedicar el tiempo ahora que estoy fuera de casa tras ese gran sacrificio a ser profesional.
– ¿Has encontrado compañeros de pádel en el equipo?
– Sí. Pero ahora ya empieza la competición y es algo que lo tenemos muy muy limitado. En verano hemos podido conocernos más a través del pádel que del fútbol sala.
– ¿Quiénes son los mejores?
– Diríamos que juegan bastantes, pero el nivel lo ponen la pareja de Óscar e Iván. Es una pareja dura. Pero he tenido que venir yo para enseñarles un poquito también.
– ¿Con quién te sueles poner tú?
– Yo me pongo con Javi. Es de los más flojitos, pero así nivelamos. La pareja de los magos nos ponemos juntitos para no discutir.
– Con Javi habrá pique con los goles.
– Ojalá yo pueda picarme con él. Espero que él pueda seguir la línea del año pasado y si hay pique con los goles siempre será sano así que ojalá.
– ¿Cómo te has encontrado el ambiente en el equipo?
– Bien. Muy bien. Yo ya conocía compañeros y mi adaptación ha sido muy fácil porque ellos me lo han hecho todo muy fácil.
– ¿Te han enseñado ellos Zaragoza?
– Es verdad que con Javi y su chica y con Juanqui y la suya vivimos muy cerquita. Con ellos he podido conocer más la ciudad. Pero hasta el fin de semana de antes de empezar la Liga, que vivieron unos amigos, realmente no he podido conocer yo tampoco mucho Zaragoza porque he estado más pendiente de coles y cosas de mi hija que de eso. Cuando salíamos de entrenar en pretemporada había pocas ganas de estar por ahí.
– Ahora que ya conoces un poco la ciudad, ¿te gusta?
– Sí, es otro de los motivos por los que yo me vine aquí. Todos me habían hablado maravillas de la ciudad. Tiene una conexión muy buena con Madrid además. El mes y medio que llevamos aquí la gente ha sido súper amable, la ciudad tiene absolutamente de todo y tanto mi familia como yo estamos encantados.
– ¿Qué tal te has adaptado al cuerpo técnico?
– Muy bien. David es una persona con la que es fácil entenderse. Es un tío súper cercano, algo que llama mucho la atención. Él tiene su status de entrenador, pero se mezcla mucho con nosotros. El resto del cuerpo técnico más de lo mismo. Creo que hacemos todos un gran equipo. El preparador físico y el utillero, que también son nuevos, también coinciden en que la adaptación a este grupo ha sido muy fácil.
– ¿Qué música te pones antes de un partido?
– Me considero muy romanticón. Todas las cancioncitas muy romanticonas me gustan. Tampoco soy muy de música. Pero sí que antes del partido tengo que escuchar casi siempre las mismas, soy muy supersticioso. Si te soy sincero, tenemos una playlist de equipo y para hacer la broma les he puesto la de Tanto la quería, de Andy y Lucas. Un tema nuevo (ríe). Es la que suena antes de los partidos y nos está yendo bien.
– ¿Te gusta ver series y películas?
– Sí. Ahora como todo el mundo estamos viendo el jueguito del calamar. Soy muy de series y ahora con los viajes largos es lo que toca.