Hoy nos sentamos a desayunar en la cafetería de El Criollo para conocer un poco mejor a Andrea Pegueroles «Pegue» que, a pesar de su juventud, ya es una de las veteranas del equipo femenino del Fútbol Emotion Zaragoza.
¿Cómo empezaste en el fútbol sala?
Empecé por mi hermano. Él jugaba al fútbol y lo llevaba a los partidos junto a mi madre. Me acuerdo de ir siempre con una camiseta del mismo color a la del equipo de mi hermano. El entrenador era muy amigo de mis padres y, en los partidos, cuando iban ganando por goleada me metían a mí. A raíz de eso, empecé a jugar en un equipo mixto, más que nada porque estaba yo en el equipo (risas). Eran todo chicos y yo. Cuando tenía 11 años, me dieron la oportunidad de ir a un femenino y a partir de ahí, no paré.
¿Quién ha sido tu referente en ele fútbol sala?
De fútbol sala tenía muy poca idea, así que me fijaba en mi hermano y su equipo. Jugaba un chico que siempre destacaba y yo quería ser como él. Cuando empecé con las chicas, conocí a otra jugadora de un pueblo y me fijaba en ella. Conocidos a nadie.
¿Cuándo te planteas orientar tu vida hacia el fútbol sala?
Es muy complicado vivir del fútbol sala, sobre todo femenino. A mí, me tiró mucho el hecho de tener la oportunidad de jugar en Primera. Me fui al extranjero y allí sí que realmente vives de ello. Fue lo que me hizo creer para saber que puedes llegar a algo.
¿Cómo ves la situación actual del fútbol sala?
En España hay más nivel porque se empieza por la base y hay oportunidad de entrar en equipos femeninos desde pequeñas. En Italia, no hay base pero se cuida mucho más otros aspectos. Hay más profesionalidad y tienes todos recursos a tu alcance. Aquí, si no fuera por la pasión que tenemos, todo sería más complicado.
¿Cómo ves a tu equipo?
Es una plantilla joven, prácticamente nueva. Estoy sorprendida porque hemos conseguido crear un buen bloque. Tenemos cabeza, corazón y piernas, no hace falta más.
¿Qué tal la vida en Zaragoza?
Zaragoza me sorprendió porque yo vengo de un pueblo muy pequeño. Nunca había estado en una ciudad más grande, pero no sientes que sea tan grande, es muy acogedora. Eso sí, me falta la playa. Si tuviera la playa sería perfecto (risas). Y sobra mucho frío.
¿Qué haces cuando no juegas al fútbol sala?
Trabajo en una residencia de mayores. Entrenar y trabajar, no me da el tiempo para más.