El Fútbol Emotion Zaragoza entrevista a Carlos Retamar en la cafetería de El Criollo, situada en la calle Canfranc, 5.
¿Cómo te sientes con la cifra de los 300 partidos?
Muy orgulloso de haber llegado hasta este número. Nadie piensa que va a llegar a esto en un club y además siendo de fuera de Zaragoza. Desde el primer día que llegué me sentí muy cómodo y siempre me he sentido muy arropado por la directiva, la afición y por todo el mundo. Es una cifra, pero estoy muy orgulloso de llegar.
¿Recuerdas alguno de estos partidos en especial?
Hay días muy especiales. El primer partido que jugué después de haber estado lesionado un año cuando llegué aquí, por ejemplo. Pero si me tengo que quedar con alguno me quedo con los del WiZink, de la Copa de España de hace tres años. Fueron muy especiales, tanto para bien como para mal. La experiencia que vivimos allí como equipo después de tantos años aquí era algo que ese grupo merecíamos. También recuerdo la victoria en casa al Barcelona 8-4 y que fue un buen partido.
El del otro día en Barcelona también se quedará grabado.
Sí. Es otro de los importantes porque estando en la situación en la que estamos fue un refuerzo a todo lo que estamos trabajando y todo lo que hemos sufrido este año también. Estamos en una situación complicada todavía pero victorias así dan mucha fuerza al equipo para poder seguir.
Además fue en ese partido cuando cumpliste la cifra redonda.
Sí. Es una manera de celebrarlo inmejorable y encima en un campo como el Palau, contra un equipazo como el Barça. También fue con mucha gente con la que llevo aquí muchos años y fue un resultado muy especial con tres puntitos que siempre vienen bien.
Has vivido en el equipo todo tipo de situaciones. Por ejemplo, el año pasado el equipo luchaba por la Copa de España y el Playoff, este año el objetivo ha pasado a ser la salvación. ¿Cómo es esto para un jugador?
Es lo bonito de este deporte. Nunca te puedes relajar o nunca puedes dar todo por perdido. Siempre hay otra oportunidad. En las temporadas es igual. Nunca sabes por dónde va a tirar el equipo. Los proyectos se hacen pensando en lo mejor pero a veces no salen bien, como esta temporada. Hay que saber adaptarse pero también saber disfrutarlo. Al final yo prefiero, aunque sea sufrido, luchar por algo a quedarme en media tabla y a mitad de temporada ya tener que pelear por nada. También nos ha pasado eso.
¿Cuál crees que ha sido tu mejor temporada?
Recuerdo como muy bonita mi tercera temporada. La 2013/14, que también luchamos por no descender, sufrimos un montón, hicimos un equipo prácticamente con muchos chicos jóvenes. Me encontré físicamente como era yo y conocí a un montón de chicos que todavía están en el equipo: Carlos García, Iván Bernad, Óscar Villanueva… Empezamos a hacer ese grupo que ha estado durante tantos años. La recuerdo con mucho cariño también porque estaba Jorge Sampedro como entrenador, que estuvo con nosotros dos años. Al final conseguimos salvarnos y cumplir el objetivo.
Ahora todo el mundo habla de vuestro técnico, Jorge Palos. ¿Cómo es tu relación con él?
Llevamos trabajando juntos en la base cuatro o cinco temporadas. Yo había cogido un grupo en infantiles, cuando pasaron a cadetes llegó él para echarme una mano y desde entonces hemos ido trabajando con ellos durante cuatro años. Este año es un poco el fin de ciclo, acaban todos la categoría juvenil. Estamos deseando que llegue el Campeonato de España después de haber jugado la Copa. Con él desde el primer día tuve muy buena sintonía, vemos el fútbol sala muy parecido y creo que el haber cogido el primer equipo es un premio a todo su trabajo.
¿Cómo es Jorge?
Es un enfermo de estar estudiando siempre el fútbol sala, de estar buscándole las vueltas. Me alegro mucho por él porque lo merece y se está viendo que el equipo consigue sacar los resultados. Estamos trabajando bien, está estudiando los rivales y ha conseguido que el equipo haya cogido moral. Hemos visto un líder dentro de sus conocimientos, aunque es difícil que los jugadores confíen en un chico de 26 años pero el liderato lo da la sabiduría o el saber que lo que te están diciendo luego funciona. Lo ha conseguido con creces.
¿Esperabas que llegase a ser tu entrenador cuando lo conociste en el cadete?
Hombre cuando lo conocí no. Pero sí que con el paso de los años siempre he dicho a mi gente que es un tío que se veía que iba a llegar. No sabía ni cómo ni cuando pero sabía que iba a ser importante en el fútbol sala nacional. Es de la nueva hornada de entrenadores que se están preparando muy bien. Ya no vale simplemente con haber sido exjugador o con haber estado muchos años, sino que también hay que formarse. Él ve vídeos de todo el mundo y eso te enriquece y él está marcando la diferencia.
El entrenar en la base te ha llevado a que algunos chicos que tenías como jugadores a los que entrenabas ahora comparten vestuario contigo en algunas convocatorias y en entrenamientos.
Es un honor y un orgullo para mí. No digo competir, porque es muy complicado, pero dan la talla a la hora de entrenar. Eso o hablaba yo con Jorge, ya no es cosa de ganar la categoría de ese momento, sino que haya jugadores que puedan llegar a un primer equipo y no desentonar. Es muy importante porque las plantillas suelen ser cortas y cuando se necesitan más para entrenar y viene alguien que no da la talla se nota mucho. Lo están haciendo genial y ojalá pueda ver a muchos de ellos hacerse una carrera, no sé cómo de prestigiosa pero que disfruten del fútbol sala.
¿Cómo ves el nivel de este grupo?
Me están dejando impresionado por cómo ha evolucionado. Este año ha sido el salto de calidad. Desde verano Jorge y yo planificamos la temporada de otra manera, mucho más profesional a pesar de ser juveniles. Todos los meses estamos intentando jugar contra equipos de Segunda División B o de Tercera para que compitan contra gente más dura. El papel que hicieron en competiciones como la Copa me enorgulleció. Nos ha dado un plus de refuerzo para preparar el Campeonato de España que tendremos en junio. Al ser el fin de ciclo de los chicos ojalá podamos ver algo muy bonito.
¿Cómo te ves dentro del club?
Me veo bien. A gusto. He pasado por todo. Ha habido épocas que he estado más a disgusto o que veía que a lo mejor no era mi momento. Al coger Jorge el equipo dentro de la pista me veo muy importante, tengo confianza. Quizás mis minutos han bajado porque la edad pasa por todos, pero estoy consiguiendo volver a encontrarme, a ser feliz jugando. Como entrenador del juvenil disfruto mucho, sé que a la larga quiero dedicarme a intentar entrenar o a formar parte de algo del fútbol sala. Lo más importante ahora es salvar la categoría y cuando consigamos ese objetivo decidiré lo que hacer el año que viene. Lo que haga será lo que me nazca y lo que el club también quiera.
Ha sido una temporada también marcada por tu lesión.
En verano me encontraba muy bien y en la segunda jornada me rompí el menisco. Es un palo gordo porque ya tengo cierta edad y cada lesión pesa más, es más difícil recuperar. Me frustraba cada vez más pensando “no puedo ayudar y encima el equipo no va bien”. Cuando volví las cosas tampoco salían. Ha sido una temporada muy extraña pero ahora creo que estamos en el mejor punto, hay que disfrutarlo y saber competirlo para rematarlo. Es complicado salir de donde estamos.
También veníais de todo lo contrario, de una temporada muy buena.
Son temporadas que sale todo. Cuando el equipo va bien y los resultados acompañan todos los partidos igualados caen de tu lado por una cosa o por otra. Pero yo veía que no había fuerza, que en cuanto se nos dieran dos o tres resultados malos el equipo se podía venir abajo y no pasó el año pasado, fue un temporadón.
¿Y qué fue lo que pasó esta temporada?
Se encadenaron esos resultados y se notó lo que se veía el año pasado. Como digo. El curso pasado en cada partido igualado todo salía de cara y en este en el último minuto te remontaban o fallabas el gol clave. En la primera vuelta con portero-jugador nos hacían un montón de goles, no defendíamos bien y ahora todo el mundo nos dice que es lo que mejor hacemos. Somos los mismos (ríe). Son incidencias del deporte y ese puntito de estado de ánimo y moral alta te da que los puntos se queden contigo.
Queda ahora la recta final de la temporada. ¿Qué es lo que esperáis tal y como va el equipo?
Va a ser sufrido hasta el final. Todos los equipos van a sacar puntos. Nadie contaba con que sacáramos el partido del Palau . Pero estamos en situaciones complicadas y necesitas sacarlo. No podemos relajarnos a pesar de estar sacando buenos resultados. Ojalá lo podamos cerrar antes de la última jornada.
¿Cómo has visto los últimos partidos en el Siglo XXI?
Estamos notando mucho el apoyo de la gente. El pabellón está siendo mucho más caliente. Es vital. Cuando juegas fuera notas a la afición contraria y aquí también tiene que pasar.