El partido posiblemente más interesante en la temporada de la categoría, con los dos equipos igualados en puntos y con más talento en sus filas. Gran ambiente en las gradas, no sólo con los familiares incondicionales de los niños, sino también de los amantes del buen juego.
Sobre la pista buenos jugadores, muy buenos jugadores y excelentes jugadores, alguno de ellos nacidos para el dominio del balón en los pies con un ángel que les hace especiales.
Para buena parte de los nuestros era el partido con más en juego que hayan disputado en su corta trayectoria, y para uno de los nuestros en particular lo anulo.
Pablo uno de los jugadores más emblemáticos, no sólo por su juego, sino por la aportación de valores y personalidad que nos infunde al resto, se convirtió en humano y los nervios le hacían retorcerse de dolor y posiblemente de pena por encontrarse en el banquillo, lugar que a todos los jugadores le gusta muy poco. También, la ausencia de Adrián con su trabajo innegociable siempre sobre la pista por un fuerte esguince hizo que las rotaciones no pudieran realizarse como en partidos anteriores
Aún con todo, el partido hasta bien entrada la segunda parte estuvo muy igualado y con alternancia en el marcador hasta un ilusionante 3-4 a favor. En ese momento Ánfora puso una marcha más y los nuestros empezaron a acusar el cansancio. Ellos con más acierto sobre la portería y nosotros no tanto, nos llevó al resultado final de 7-4 que hace casi imposible la disputa del campeonato de Aragón.
Felicitar a Ánfora como no puede ser de otro modo y a nuestros jugadores recordarles que en estas categorías de formación la base de nuestro trabajo como entrenadores es intentar conseguir que sean mejores deportistas y mejores personas a final de la temporada que cuando llegaron en septiembre.